La magia es un reflejo de la vida: siempre hay un misterio que no queremos develar; nos engañan y nos engañamos en favor de una ilusión. Y de eso trata este cortometraje, de mantener intacta la ilusión, las convicciones, incluso en los peores momentos. Dicen que ser delincuente es un modo difícil de tener una ‘vida fácil’, lo mismo podría decirse de los magos o los cineastas. El íntimo vínculo entre la magia y el cine se remonta a los inicios del arte cinematográfico, sin magia, sin casualidad, sin ilusión ni luz, no existiría el cine, por eso queremos que Un ladrón sea un cortometraje profundamente consciente de su condición de artificio, de trampa, de inocente truco de manos.

Un ladrón nace de la propia experiencia del protagonista y productor del corto, Juan Genlot, un actor y mago que conoce bien la fina línea que separa los trucos de magia y las estrategias del robo. Durante una época de su vida intentó mejorar como mago formándose con timadores callejeros, tahúres, pocketeros, falsificadores y demás delincuentes que se convirtieron en sus compañeros de trabajo. Tras la universidad, mientras estudiaba interpretación, Juan se juntaba en un bar de Buenos Aires con aquellos artistas del robo pero aquella vida ofrecía pocas posibilidades de tener un futuro y decidió abandonarlo todo para centrarse en su carrera de actor y mago en teatros. Pero la idea de reflejar ese ambiente, esa atmósfera, le perseguía como un ladrón a una cartera. Es así que en los comienzos del 2020 Juan le propuso a Misael ser él quien dirija y escriba este cortometraje, teniendo muy claro que era la persona indicada habiendo estudiado magia y mentalismo de forma autodidacta y con ligeros escarceos del mundillo delictivo de Barcelona.

Por eso con éste film nos hemos propuesto reflejar la auténtica atmósfera de los bares donde se juegan partidas ilegales, de los camerinos de los teatros destartalados donde se intentan abrir camino los artistas y el peligro de las calles llenas de timadores, mentirosos y ladrones. Una de nuestras obsesiones es mostrar cada truco de magia, cada juego de manos, a cara descubierta y en plano secuencia, sin recurrir a efectos de cámara o montaje. Cada truco, cada juego, se realizará ante la cámara como ante el público de un teatro. Además, aprovechando que la magia y la trampa son esencia de nuestra historia queremos trufar el corto de momentos mágicos y de trucos de ilusionismo para el espectador atento.